La masturbación muchas veces se percibe solo como un acto íntimo y personal, pero en los hombres mayores puede convertirse en un verdadero termómetro de la salud masculina. El cuerpo envía señales sutiles durante este momento, y aprender a interpretarlas puede ayudar a detectar de forma temprana problemas en la próstata, la circulación, las hormonas o incluso en el corazón.
Según la Dra. Sol Márquez, médica uróloga, después de los 60 años es fundamental prestar atención a los cambios que ocurren durante la masturbación, ya que muchos de ellos no son simples efectos del envejecimiento, sino advertencias del cuerpo que necesitan atención médica.
Uno de los síntomas más comunes es el ardor o dolor al eyacular, que puede estar relacionado con infecciones urinarias, inflamaciones en la próstata (prostatitis) o incluso alteraciones más serias. Ignorar esta molestia permite que una inflamación silenciosa avance, afectando la confianza y la calidad de vida íntima.
Otra señal importante es la disminución de la sensibilidad en el pene. Cuando el hombre necesita más tiempo, presión o estímulos visuales para sentir placer, el cuerpo puede estar advirtiendo sobre problemas circulatorios, nerviosos o hormonales. La diabetes, el colesterol alto y el sedentarismo son causas comunes que reducen la oxigenación del pene y comprometen la respuesta sexual.
La dificultad para mantener la erección también merece atención. El pene refleja el estado de las arterias y vasos sanguíneos, y la disfunción eréctil suele ser uno de los primeros signos de problemas cardiovasculares. Lo que muchos interpretan como un asunto íntimo puede ser, en realidad, una señal temprana de que el corazón necesita cuidado.
Otros síntomas como la eyaculación dolorosa o con sangre, la reducción del volumen de semen o la pérdida de placer en el orgasmo también son señales de alerta. Estas pueden indicar inflamación prostática, desequilibrio hormonal o problemas de obstrucción en los conductos seminales, y en la mayoría de los casos tienen tratamiento eficaz cuando se detectan a tiempo.
Asimismo, los cambios en el tiempo de eyaculación, ya sea demasiado rápida o excesivamente tardía, reflejan alteraciones en el sistema nervioso o en el control muscular, y pueden estar asociados al uso de ciertos medicamentos o al estrés. Buscar orientación médica permite restablecer el equilibrio y mejorar el control y el placer.
El mensaje central es claro: la masturbación no solo es un acto de placer, sino un espejo de tu salud masculina. El cuerpo habla, y cada señal es una oportunidad para actuar antes de que el problema avance. Consultar al urólogo, cuidar la alimentación, moverse más y mantener la atención a los cambios del cuerpo son pasos esenciales para conservar la vitalidad, la potencia y la confianza a cualquier edad.
En definitiva, cuidar la salud íntima es un acto de autoconocimiento y prevención. La madurez no debe ser sinónimo de resignación, sino de sabiduría para escuchar al cuerpo y vivir con plenitud.
Mira el video a continuación para comprender, junto con la Dra. Sol Márquez, cómo cada una de estas señales puede ayudarte a proteger tu próstata y tu vitalidad masculina.

