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Selección Especial Para Ti

Ginecología

🩺 Prevención y vida: cómo identificar el cáncer de mama en sus etapas iniciales

El mes de octubre es un recordatorio poderoso de que la prevención salva vidas. El cáncer de mama sigue siendo el tipo más común entre las mujeres en todo el mundo, y su detección temprana es el factor que más influye en las posibilidades de éxito del tratamiento. Cuando el diagnóstico se realiza en las fases iniciales, las probabilidades de curación superan el 90%, lo que permite tratamientos menos invasivos y una mejor calidad de vida. La mamografía periódica es la primera y más eficaz herramienta para detectar lesiones milimétricas que aún no pueden palparse. Este estudio se recomienda anualmente a partir de los 40 años, aunque puede indicarse antes en mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama. Realizarlo de manera regular es un acto de autocuidado que puede marcar la diferencia. Además, la consulta ginecológica regular es un pilar esencial de la salud femenina. Durante el examen clínico de las mamas, el o la ginecóloga puede detectar cambios sutiles y orientar sobre la frecuencia ideal de los estudios complementarios, evaluando también factores de riesgo individuales como la genética, el uso de hormonas o el estilo de vida. Por último, la autoexploración mamaria sigue siendo una práctica valiosa. Conocer el propio cuerpo es un acto de autoconocimiento y empoderamiento. Observar cambios en la textura, forma o coloración de las mamas, así como notar la presencia de nódulos o secreciones, debe motivar una consulta médica inmediata. Aunque la autoexploración no sustituye la mamografía, la complementa y fortalece la percepción corporal de la mujer. Estas tres acciones —mamografía, control ginecológico y autoexploración— forman la base de una prevención eficaz. Incorporarlas en la rutina diaria es invertir en salud, conciencia y vida. El Octubre Rosa nos recuerda que detectar el cáncer de mama a tiempo es posible y está al alcance de todas. cáncer de mama, detección temprana, mamografía, prevención del cáncer de mama, autoexploración mamaria, consulta ginecológica, Octubre Rosa, salud femenina

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Urología

Mitos y realidades de la masturbación en adultos mayores

La masturbación sigue siendo un tema rodeado de mitos, silencios y prejuicios, especialmente entre los hombres mayores de 60 años. Muchos creen que se trata de algo “inadecuado” o “sin importancia”, cuando en realidad es una práctica natural con beneficios comprobados para la salud prostática, emocional y sexual. La Dra. Sol Márquez, uróloga, explica que comprender el papel de la masturbación en la madurez es clave para romper tabúes y cuidar la salud íntima con conciencia. Después de los 60, el cuerpo cambia, sí, pero el deseo, la sensibilidad y la necesidad de placer siguen siendo parte esencial de la vida. 🔹 Mito 1: “La masturbación daña la próstata” Ocurre todo lo contrario. Estudios científicos muestran que la eyaculación regular ayuda a mantener la próstata saludable, reduciendo la inflamación y evitando la acumulación de toxinas.Investigadores de la Universidad de Harvard siguieron a más de 30,000 hombres durante 18 años y descubrieron que quienes eyaculaban 21 veces o más al mes tenían hasta un 33% menos riesgo de cáncer de próstata.En otras palabras, la masturbación actúa como una limpieza natural y protectora de la glándula prostática. 🔹 Mito 2: “Masturbarse después de los 60 es vergonzoso” La vergüenza no protege, al contrario, enferma. La intimidad no desaparece con la edad: cambia su ritmo y su significado. La masturbación es una forma legítima de mantener el cuerpo activo, liberar tensión, mejorar el sueño y reforzar la confianza personal. Después del orgasmo, el cuerpo libera dopamina, oxitocina y prolactina, hormonas que reducen el estrés y elevan el ánimo. Es una práctica segura, natural y saludable, especialmente en una etapa donde el deseo puede fluctuar. 🔹 Mito 3: “La masturbación causa impotencia o pérdida de sensibilidad” No es la masturbación lo que causa daño, sino la práctica agresiva o con exceso de fuerza. Usar movimientos muy intensos o sin lubricación puede generar microlesiones y pérdida de sensibilidad, un fenómeno conocido como “agarre mortal”.Lo recomendable es hacerlo con suavidad y, si es necesario, usar lubricantes neutros.Cuando se practica con equilibrio, la masturbación mejora la circulación, oxigena los tejidos del pene y preserva la firmeza natural, lo que resulta esencial para una vida sexual plena y saludable. 🔹 Mito 4: “Después de los 60 ya no es necesario masturbarse” Uno de los errores más graves. Dejar de estimular el pene por largos periodos puede causar atrofia o fibrosis, reduciendo su elasticidad y función eréctil.Las erecciones —incluso las nocturnas— cumplen una función fisiológica vital: mantener el flujo sanguíneo y la salud de los tejidos.Por eso, la masturbación o la actividad sexual no son solo placer, son también prevención y mantenimiento. 🔹 Mito 5: “La masturbación reemplaza el contacto con la pareja” No reemplaza: complementa. El autoconocimiento sexual ayuda al hombre a entender mejor su cuerpo, sus tiempos y sus límites, lo que fortalece la comunicación y la intimidad con la pareja.Masturbarse no es un acto de soledad, sino de autocuidado y conexión con uno mismo. La clave está en vivirlo sin culpa y con naturalidad. Conclusión: el cuerpo pide cuidado, no silencio La madurez no es el fin de la sexualidad; es la oportunidad de vivirla con más conciencia y equilibrio.Cuidar la salud íntima es cuidar la autoestima, la energía y la longevidad.Hablar abiertamente de masturbación es un acto de salud, no de vergüenza. 👉 Si quieres entender cómo esta práctica influye en la próstata, el sueño y la vitalidad masculina, mira el video a continuación de la Dra. Sol Márquez, donde explica con claridad la ciencia detrás de este tema tan importante.

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Urología

Lo que los hombres deben saber sobre masturbación y salud prostática

La salud prostática es uno de los temas más importantes y, al mismo tiempo, uno de los más rodeados de tabúes entre los hombres. Después de los 60 años, el cuerpo requiere nuevos cuidados, pero hablar de sexualidad todavía provoca vergüenza y silencio. Lo que muchos no saben es que la frecuencia de las eyaculaciones puede influir directamente en la salud de la próstata e incluso ayudar en la prevención del cáncer prostático. La próstata es una glándula esencial para la fertilidad y la función sexual masculina. Produce el líquido prostático, que protege y nutre a los espermatozoides. Cuando esta “fábrica” trabaja sin liberar su producción de manera regular, ocurre una acumulación natural que puede favorecer la inflamación y molestias, como la prostatitis crónica, una condición que causa dolor pélvico y dificultad al orinar. La eyaculación regular, ya sea durante la actividad sexual o a través de la masturbación, funciona como una limpieza interna natural. Esta liberación periódica ayuda a reducir la congestión de la glándula, mantiene los conductos activos y disminuye el riesgo de inflamación. Además, investigaciones científicas de gran alcance —como el estudio de la Universidad de Harvard, que siguió a más de 30 mil hombres durante 18 años— demostraron que quienes eyaculaban 21 veces o más al mes tenían hasta un 33% menos riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Este efecto protector se explica mediante la llamada “hipótesis de la limpieza”, según la cual la eyaculación elimina toxinas y posibles agentes cancerígenos que se acumulan en el líquido prostático. Pero los beneficios no terminan ahí. Después de eyacular, el cuerpo libera hormonas como la oxitocina, la prolactina y las endorfinas, que ayudan a relajarse, mejoran el estado de ánimo y favorecen un sueño más profundo y reparador. En otras palabras, mantener una vida sexual activa —dentro del ritmo y las posibilidades de cada persona— aporta ventajas tanto físicas como emocionales. Es importante destacar que no existe una frecuencia ideal universal. Cada organismo tiene sus propias necesidades y límites. Lo esencial es respetar el propio cuerpo, adoptar hábitos saludables y acudir periódicamente al urólogo, incluyendo estudios como el PSA y, cuando sea necesario, el tacto rectal. El diagnóstico oportuno sigue siendo la herramienta más poderosa para prevenir complicaciones y salvar vidas. Más allá de la intimidad, cuidar la próstata es un acto de responsabilidad y amor propio. Romper el silencio sobre este tema es fundamental para vivir más y mejor. El hombre que se informa, pregunta y busca orientación médica demuestra fuerza y conciencia, no debilidad. Para comprender más a fondo cómo la masturbación y la eyaculación influyen en la salud prostática, mira el video a continuación, donde la Dra. Sol Márquez explica este tema con claridad, respaldo científico y sin tabúes.

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Urología

Cómo las rutinas nocturnas afectan la próstata de los hombres mayores

La salud prostática requiere una atención especial después de los 60 años. Muchos hombres piensan que el agrandamiento de la próstata es solo una consecuencia de la edad, pero la Dra. Sol Márquez, uróloga, advierte que hábitos nocturnos aparentemente inofensivos pueden ser los verdaderos responsables de la inflamación y el crecimiento de la glándula prostática. Beber poca agua durante el día, abusar de la cafeína por la tarde, cenar alimentos pesados o ultraprocesados e incluso “aguantar las ganas de orinar” son costumbres que, con el tiempo, irritan la vejiga, inflaman la próstata y alteran el descanso nocturno. El resultado es un círculo vicioso de noches interrumpidas, cansancio constante y pérdida de vitalidad. Uno de los errores más comunes, explica la Dra. Márquez, es no hidratarse adecuadamente. Cuando el cuerpo pasa muchas horas sin agua, la orina se vuelve más concentrada y ácida, lo que irrita la vejiga y la próstata. Además, el exceso de cafeína —presente en el café, el té negro o los refrescos— estimula la vejiga y dificulta vaciarla por completo, generando más presión y malestar. La alimentación nocturna también influye directamente en la salud prostática. Cenas abundantes con carnes rojas, embutidos, frituras o alimentos muy condimentados aumentan la inflamación silenciosa del organismo. En cambio, elegir opciones ligeras como pescado, pollo, verduras o frutas ayuda a mejorar los síntomas. Nutrientes naturales como la cúrcuma, el té verde, el pygeum africanum, el saw palmetto, la raíz de ortiga y el zinc han demostrado eficacia científica para reducir la inflamación y equilibrar las hormonas masculinas. El sedentarismo nocturno es otro enemigo frecuente. Permanecer sentado por horas frente al televisor disminuye la circulación en la zona pélvica, lo que favorece la inflamación. Levantarse cada 30 o 40 minutos, estirarse o caminar unos pasos mejora la circulación y alivia la presión sobre la próstata. La grasa abdominal, por su parte, no es solo una cuestión estética: produce sustancias inflamatorias que pueden acelerar el agrandamiento prostático y afectar la función sexual. El tabaco también actúa silenciosamente contra la próstata. Fumar o convivir con fumadores expone al cuerpo a miles de sustancias tóxicas que reducen la irrigación sanguínea y aumentan el riesgo de inflamación, hiperplasia prostática e incluso cáncer. La buena noticia es que dejar de fumar o alejarse del humo pasivo permite al cuerpo recuperarse en pocas semanas. Y hay un factor que muchos hombres ignoran: el estrés crónico. Vivir constantemente preocupado o bajo presión eleva las hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina, que promueven la inflamación y alteran el equilibrio hormonal. Actividades simples como respirar profundamente, estirarse, caminar o convivir con seres queridos ayudan a reducir estos niveles y a mantener la próstata más sana. Cuidar la próstata no se trata solo de revisiones médicas: es un acto cotidiano de prevención y autocuidado. Ajustar los hábitos nocturnos, mantener una dieta balanceada, moverse más y realizar los chequeos anuales de PSA y tacto rectal puede marcar una gran diferencia. La hiperplasia prostática benigna se puede controlar —e incluso prevenir— con cambios pequeños que devuelven el sueño, la energía y la calidad de vida. Si deseas conocer más sobre cómo las rutinas nocturnas influyen en la salud prostática y qué ajustes pueden ayudarte, mira el video a continuación, donde la Dra. Sol Márquez lo explica con claridad, respaldo científico y sin tabúes.

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Urología

4 frutas aliadas y 4 que debes evitar en tu dieta

Después de los 60 años, el cuerpo masculino atraviesa cambios hormonales y metabólicos que pueden afectar la energía, la circulación y la vitalidad. Lo que muchos hombres no saben es que ciertos alimentos aparentemente saludables —incluidas algunas frutas— pueden sabotar silenciosamente la testosterona, bloquear el flujo sanguíneo y debilitar el rendimiento íntimo. La Dra. Sol Márquez, uróloga, explica que existen cuatro frutas peligrosas que podrían estar ocultas en tu rutina alimentaria y cuatro aliadas poderosas capaces de devolver la fuerza, la energía y la vitalidad natural. Conocer esta diferencia es clave para cuidar tu salud masculina de forma segura y efectiva. 🍑 Las 4 frutas que debes evitar después de los 60 años 🍇 Las 4 frutas que fortalecen tu vitalidad masculina 💪 Pequeños cambios, grandes resultados Evitar las frutas que roban tu energía y elegir las que fortalecen tu circulación y tus hormonas es una forma sencilla y poderosa de recuperar la vitalidad masculina.Combinadas con actividad física ligera, descanso adecuado y control del estrés, estas decisiones cotidianas ayudan a equilibrar cuerpo y mente. Recuerda: no se trata de prohibición, sino de estrategia. La constancia en tus hábitos marca la diferencia.Si quieres entender mejor cómo estas frutas influyen en tu testosterona, tu energía y tu vitalidad, mira el video a continuación, donde la Dra. Sol Márquez explica cada detalle con claridad y respaldo científico.Se quiser entender melhor como essas frutas afetam sua testosterona, sua circulação e sua vitalidade, assista ao vídeo abaixo, onde a Dra. Sol Márquez explica tudo com base em evidências científicas e linguagem clara.

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Urología

Hábitos diarios que protegen la próstata y mejoran la salud masculina

Después de los 60 años, la mayoría de los hombres lleva dentro de su cuerpo una bomba silenciosa: el crecimiento prostático y sus efectos sobre el sueño, la energía y la vitalidad. El problema es que, en la mayoría de los casos, este proceso inicia sin síntomas y avanza lentamente, hasta que las noches interrumpidas y la fatiga comienzan a afectar la calidad de vida. La Dra. Sol Márquez, uróloga, explica que cuidar la próstata no depende de remedios milagrosos, sino de hábitos simples y constantes, respaldados por la ciencia, que pueden mejorar el bienestar físico, hormonal y emocional. A continuación, comparte cinco hábitos diarios esenciales para proteger la próstata y preservar la vitalidad masculina después de los 60 años. 💧 1. Hidratación inteligente para noches tranquilas Beber agua correctamente es más importante de lo que parece. Con la edad, el cuerpo pierde la sensación natural de sed, lo que lleva a muchos hombres a sufrir deshidratación crónica sin darse cuenta. El agua ayuda a eliminar toxinas, reducir la inflamación y mantener el buen funcionamiento de los riñones y la vejiga. La clave está en distribuir la ingesta de agua durante el día, concentrando la mayor parte entre la mañana y la tarde y reduciendo el consumo por la noche. Estudios científicos muestran que este simple cambio puede disminuir hasta en un 40% las idas nocturnas al baño. Un hábito pequeño, pero con grandes resultados. 🍅 2. Alimentación estratégica para proteger la próstata La nutrición adecuada es una de las herramientas más poderosas para la salud prostática. Alimentos ricos en licopeno, como el tomate, la guayaba y la sandía, tienen efectos antioxidantes que ayudan a prevenir alteraciones celulares en la glándula.Otros nutrientes importantes son el zinc, presente en semillas de calabaza y nueces, y los vegetales crucíferos como el brócoli y la coliflor, que favorecen la desintoxicación celular y el equilibrio hormonal. Como afirma la Dra. Márquez: “Después de los 60, comer bien no es un lujo. Es una forma de prevención.” 🚶‍♂️ 3. Caminatas diarias: un remedio natural La actividad física ligera es una de las formas más efectivas de cuidar la próstata y el corazón. Estudios demuestran que caminar entre 15 y 30 minutos al día puede reducir hasta en un 35% el riesgo de agrandamiento prostático.Además, mejora la circulación, regula el metabolismo y favorece el descanso. Caminar después de comer ayuda a controlar la glucosa y a reducir la inflamación, dos factores directamente relacionados con la salud urinaria y sexual. “Caminar es un medicamento gratuito y sin efectos secundarios”, enfatiza la Dra. Márquez. 🌙 4. Sueño reparador: el motor de la vitalidad Dormir bien no es un lujo, es una necesidad. Durante el sueño profundo, el cuerpo produce melatonina y hormona del crecimiento, sustancias que reducen la inflamación y equilibran la testosterona.Investigaciones de la Harvard Medical School demostraron que los hombres con problemas crónicos de sueño tienen el doble de riesgo de desarrollar cáncer de próstata avanzado.Dormir mal también eleva el cortisol, la hormona del estrés, que favorece la inflamación y el cansancio. Mantener horarios regulares, evitar pantallas antes de dormir y crear un ambiente oscuro y tranquilo son pasos simples que pueden transformar la salud masculina. ❤️ 5. Vida sexual activa: más allá del placer La actividad sexual regular es uno de los hábitos más olvidados, pero también uno de los más beneficiosos para la próstata. Un estudio de Harvard con más de 30,000 hombres reveló que aquellos que eyaculaban 21 veces o más al mes tenían un 33% menos riesgo de cáncer de próstata.La razón es fisiológica: la eyaculación frecuente actúa como una limpieza natural de la glándula, ayudando a eliminar toxinas e inflamaciones. Además, mejora la circulación pélvica y libera hormonas del bienestar como la dopamina y la oxitocina. La Dra. Márquez lo resume con claridad: “Mantener la intimidad activa no es cuestión de edad, es parte de tu salud.” 🌿 El poder de la constancia Ninguno de estos hábitos requiere tratamientos costosos ni dietas estrictas. Son acciones simples, accesibles y respaldadas por la ciencia que, cuando se practican con regularidad, mejoran la función urinaria, equilibran las hormonas y preservan la independencia masculina. “Cuidar la próstata no se trata solo de vivir más, sino de vivir mejor —con energía, libertad y confianza.” — Dra. Sol Márquez Si quieres aprender cómo aplicar estos hábitos paso a paso, mira el video a continuación, donde la Dra. Márquez los explica con detalle y con base en la evidencia científica.

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Urología

Señales de advertencia que aparecen al masturbarse después de los 60

La masturbación muchas veces se percibe solo como un acto íntimo y personal, pero en los hombres mayores puede convertirse en un verdadero termómetro de la salud masculina. El cuerpo envía señales sutiles durante este momento, y aprender a interpretarlas puede ayudar a detectar de forma temprana problemas en la próstata, la circulación, las hormonas o incluso en el corazón. Según la Dra. Sol Márquez, médica uróloga, después de los 60 años es fundamental prestar atención a los cambios que ocurren durante la masturbación, ya que muchos de ellos no son simples efectos del envejecimiento, sino advertencias del cuerpo que necesitan atención médica. Uno de los síntomas más comunes es el ardor o dolor al eyacular, que puede estar relacionado con infecciones urinarias, inflamaciones en la próstata (prostatitis) o incluso alteraciones más serias. Ignorar esta molestia permite que una inflamación silenciosa avance, afectando la confianza y la calidad de vida íntima. Otra señal importante es la disminución de la sensibilidad en el pene. Cuando el hombre necesita más tiempo, presión o estímulos visuales para sentir placer, el cuerpo puede estar advirtiendo sobre problemas circulatorios, nerviosos o hormonales. La diabetes, el colesterol alto y el sedentarismo son causas comunes que reducen la oxigenación del pene y comprometen la respuesta sexual. La dificultad para mantener la erección también merece atención. El pene refleja el estado de las arterias y vasos sanguíneos, y la disfunción eréctil suele ser uno de los primeros signos de problemas cardiovasculares. Lo que muchos interpretan como un asunto íntimo puede ser, en realidad, una señal temprana de que el corazón necesita cuidado. Otros síntomas como la eyaculación dolorosa o con sangre, la reducción del volumen de semen o la pérdida de placer en el orgasmo también son señales de alerta. Estas pueden indicar inflamación prostática, desequilibrio hormonal o problemas de obstrucción en los conductos seminales, y en la mayoría de los casos tienen tratamiento eficaz cuando se detectan a tiempo. Asimismo, los cambios en el tiempo de eyaculación, ya sea demasiado rápida o excesivamente tardía, reflejan alteraciones en el sistema nervioso o en el control muscular, y pueden estar asociados al uso de ciertos medicamentos o al estrés. Buscar orientación médica permite restablecer el equilibrio y mejorar el control y el placer. El mensaje central es claro: la masturbación no solo es un acto de placer, sino un espejo de tu salud masculina. El cuerpo habla, y cada señal es una oportunidad para actuar antes de que el problema avance. Consultar al urólogo, cuidar la alimentación, moverse más y mantener la atención a los cambios del cuerpo son pasos esenciales para conservar la vitalidad, la potencia y la confianza a cualquier edad. En definitiva, cuidar la salud íntima es un acto de autoconocimiento y prevención. La madurez no debe ser sinónimo de resignación, sino de sabiduría para escuchar al cuerpo y vivir con plenitud. Mira el video a continuación para comprender, junto con la Dra. Sol Márquez, cómo cada una de estas señales puede ayudarte a proteger tu próstata y tu vitalidad masculina.

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